lunes, 27 de julio de 2009

Memorias.

Mi propio efecto mariposa... sabiendo de alguna forma que le debo ser fiel, al deber de poder creer hacerlo bien de una vez por todas, mantenerme firme siendo uno, siendo tu, todo el mundo que grite, lo intento pero me ahogo... no puedo pensar en todo, si no que podría haber sido mejor, lo será, lo sé manteniendo firme el presente, adiós al ayer, se hace humo de colillas que ya no fumo, de mantener real la perfecta forma de el que seamos solo uno.

Para poder abrir la puerta y que te encuentres tú, estoy?, estás... y el blanco inunda la pieza, la casa, a nuestras niñas, la vida perfecta se encuentra a la vuelta de la esquina, yo la busque alguna vez, ahora ella me encontró, me cuesta pensar y sentir a la vez, amor... amor.

Sueño con serpientes como Silvio, divago entre sombras, no tengo ni un talento y soy el peor en lo mejor que sé hacer, no sé nada, soy mi limite y mi propio nirvana. Estoy seguro de formas de espacios, del sentimiento que nos une... de mis palabras que se sientan a conversar un rato, luego pasan horas, y vuelven, si es así contigo por siempre. Seguiré aquí donde las ideas se unen, en el paraíso donde me uno contigo.

Las calles siguen sordas y mi pieza sigue vacía, al abrir los ojos, el sentido me a puesto de frente a la vida, me puso aquí y deberé aprovechar lo que me entrega, gracias vida por llenar de dicha a los ojos que vieron luz otra vez, y motivación en colores rojizos, quien encendió ese cerillo que quema cuando la miro a los ojos, cuando la toco... la beso.

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